Aplicamos la corriente constructivista apoyándonos en la pedagogía de Montessori, la corriente humanista de Pierre Faure y el sistema Winnetka entre otros importantes métodos de la escuela activa, ofreciendo un nuevo sistema educativo donde se forman personas activas, creativas, responsables, seguras de sí mismas y con iniciativa propia.
El niño en nuestras aulas descubre que es una persona única, que se le respeta como tal, logrando así su seguridad personal y descubriendo su propia identidad ya que se promueven el desarrollo integral, el aprendizaje significativo y el ejercicio de una libertad responsable.
Se le rodea de materiales interesantes y atractivos que evocan el uso de toda la gama de su inteligencia, con áreas especiales donde desarrollan sus capacidades sensoriales, capacidades lingüísticas, la iniciación y desarrollo de las nociones matemáticas; un rincón de construcción, otro de actividades prácticas, de naturaleza, de percepción musical, área social y otras más.
Este es un entorno motivador, donde los niños tienen amplias oportunidades para explorar las diversas áreas de aprendizaje, cada uno con sus propios materiales y una gran abundancia de recursos, favoreciendo esto a un conjunto único de conocimientos, habilidades e inteligencias múltiples; así corresponde a la curiosidad innata de los niños, la mayoría exploran inmediatamente la mayor parte de esas áreas en su afán de descubrir el mundo que los rodea.
No todos van a la par en conocimientos, existen altos objetivos y conocimientos que cumplir, los cuales se van descubriendo en el transcurso del ciclo escolar cada uno a su tiempo y capacidades, gracias a esto, los niños se sienten motivados superando las expectativas y objetivos planeados.
Nuestras maestras observan los intereses y talentos del niño a lo largo del ciclo escolar, orientándolo para que saque el mayor provecho y motivándolo a que fluya y se potencialice ese conocimiento e interés que tiene. Ya que éste sistema libera la curiosidad, permite que las personas evolucionen según sus propios intereses, desata el sentido de indagación, abre todo al cuestionamiento y a la exploración, reconoce que todo está en un proceso de cambio, constituyendo una experiencia inolvidable.
La facilitación del aprendizaje es el objetivo de la educación, el modo de formar al hombre que aprende a vivir como individuo en evolución. En éste entorno se identifican cualidades inesperadas en los alumnos, así como también ubicar dificultades, logrando una gran variedad de fines educativos.
Aplicada de este modo la educación preescolar, además de preparar a los niños para una trayectoria exitosa en la educación primaria y futura, puede ejercer una influencia duradera en su vida personal y social.